Una vez que hemos delimitado claramente el concepto de discapacidad
auditiva, es necesario identificar sus necesidades más frecuentes, siempre
teniendo en cuenta la heterogeneidad mencionada, que es inherente a esta
población, y para hacerlo, parcelamos estas necesidades en función de los
distintos ámbitos del ser humano.
Desarrollo
lingüístico
Hemos de hacer aquí una doble distinción entre los niños que crecen en
un ambiente en el que se utiliza lengua de signos y los niños que crecen en un
ambiente oral, señalando además que la adquisición del lenguaje oral en un niño
sordo no es un proceso natural y espontáneo, sino un aprendizaje difícil y que
debe ser planificado de forma sistemática por los adultos. Por todo ello, las
necesidades principales son 2:
o
Necesidad de apropiarse tempranamente de un
código comunicativo útil.
o
Nec. de aprender de manera intencional el
código mayoritario.
Desarrollo
cognitivo
Los numerosos estudios acerca de este ámbito concluyen que un niño sordo
detectado precozmente y con la atención adecuada puede tener un desarrollo
cognitivo igual que el del niño oyente, con la única diferencia del tiempo que
van a tardar en alcanzar los distintos estadios y las dificultades del niño
sordo para alcanzar el pensamiento formal.
Las necesidades principales a nivel cognitivo son:
o Nec. de recurrir a estrategias visuales y
aprovechar otros canales.
o
Nec. de experiencia directa y mayor
información de lo que sucede.
o
Nec. de un sistema lingüístico de
representación.
Desarrollo
afectivo
A este nivel, las mayores dificultades las encuentran a la hora de
incorporar normas sociales, de lograr su identidad personal y social y para
interactuar con sus iguales y con adultos, por tanto, las principales
necesidades son:
o
Nec. de mayor información referida a normas
y valores.
o
Necesidad de asegurar su autoestima y un
autoconcepto positivo.
o
Nec. de asegurar su identidad.
o
Nec. de apropiarse y compartir un código de
comunicación.
o
Nec. de aprender estrategias para aprender
autónomamente.
Desarrollo
motor
La principal dificultad es la de organizar la acción y controlar su
propio movimiento por lo que tienen la necesidad de una adecuada estimulación y
educación motriz para suplir aspectos deficitarios derivados de su discapacidad
tales como el retraso de la adquisición de la marcha, su torpeza motora, sus
dificultades para estructurar la imagen del mundo exterior temporal…
Podemos ver claramente que su aspecto más deficitario es el desarrollo
comunicativo-lingüístico, por lo que habrá que incidir de forma especial aquí,
siendo totalmente imprescindible analizar previamente las competencias en cada
una de las dimensiones comunicativas y lingüísticas, tanto a nivel cualitativo
como cuantitativo, debiendo centrarnos en:
o
La capacidad comunicativa global:
demandas, capacidad de gestionar la conversación y capacidad de dar y recibir
información.
o
La producción oral: inteligibilidad
del habla, aspectos suprasegmentarios, entonación, velocidad, estructuración
morfosintáctica…
o
La comprensión del lenguaje oral: procediendo
tanto de forma analítica como global ya que el grado de comprensión de un
discurso a veces es difícil de medir.
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