El audífono es la ayuda técnica por
excelencia para las personas con deficiencia auditiva. La mayoría de los niños
sordos cuentan con unos restos auditivos más o menos aprovechables, dependiendo
del grado de su sordera, y por ello la adaptación de una prótesis auditiva será
el primer paso en el aprovechamiento de aquellos. Para aprovechar al máximo sus
restos auditivos a través de él es preciso que se mejoren las condiciones del
ambiente en el que se encuentra el niño ya que aulas excesivamente ruidosas
incidirán negativamente en la percepción auditiva del alumno sordo.
Hay que tener en cuenta que los restos auditivos con los que el alumno
cuenta se tienen que educar para que sean útiles. Para ello es necesario “enseñarle
a oír” mediante el entrenamiento auditivo y además hay que ayudarle a que sea
consciente del medio sonoro donde se encuentra.
Hoy en día existen diversos tipos de audífonos, que normalmente se
clasifican en función de si son analógicos o digitales. También si nos fijamos
en la forma podemos encontrar varios modelos: de bolsillo (poco usados), gafa
auditiva, retroauricular e intracanales. La elección del modelo irá en función
de las características de la persona con deficiencia auditiva, el grado de
pérdida auditiva… y deberá hacerla siempre un profesional.
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